La Gratitud
Sólo un nivel de consciencia adecuado, sabe agradecer lo que recibe, pero primero tiene que saber que está recibiendo “algo”; porque la mayoría de nosotros no sabemos lo que recibimos y muchas veces renegamos de las cosas aparentemente negativas que la vida nos da; y es cuando de pronto descubrimos que debemos dar “gracias” hasta por eso mismo.
Cuando la comprensión se amplía,
llegamos al convencimiento que de todo debemos dar las gracias; es cuando la
gratitud deviene de nuestra Alma y nos engrandece, pero no solamente la
gratitud incluye el “gracias”, es cuestión de reconocimiento y retribución de
manera natural de devolver aquello que nos están regalando las Leyes
Inexploradas de la Naturaleza, de manera tan natural que nos sentimos obligados
a esta retribución, que es la belleza de la comprensión, es en el fondo también
la belleza uno de los pilares que sostiene la gratitud.
La primera forma de gratitud que
debemos alimentar es la de “existir”, ya que al desenvolvernos con atencionalidad
descubrimos que somos un universo que ni siquiera hemos llegado a profundizar,
mucho menos a manejar.
En la manifestación plena del universo,
en cada uno de sus detalles, deberíamos sentir una verdadera gratitud a la
existencia del cosmos mismo; lo más importante es comenzar a sentir este valor
hacia nosotros mismos; pero, no solamente es agradecimiento, sino que además,
incluye la comprensión y conocimiento de quienes somos nosotros, que es el primer
trabajo que debemos realizar; de otra manera no podemos comprender la Divinidad
en sus manifestaciones de diferentes formas y estas formas nos incluyen como
una parte a nosotros mismos y nos despiertan paulatinamente el principio de la
gratitud, quizás, solo el tratar de comprender demuestra nuestra capacidad de
intuición, ya no es nuestra necesidad de la lógica y la razón, sino que ellas
se convierten en instrumento de lo que estamos intuyendo: nuestro entendimiento
superior de la Divinidad en sus miles de formas.
¿Le llamamos a este concepto
lógico e intelectual: “comprensión”? pero sin embargo, hay algunas
comprensiones evidentes para el Ser Interior y atemporal que cada uno de
nosotros posee, pero la mente racional o dual no alcanzan a observarlas y el
hombre en su búsqueda permanente y eterna, lo hace pensar que puede comprender,
pero su Ego, a veces es tan grande y estúpido que no le permite aperturarse lo
suficiente para superar su limitación mental inferior, sin saber que la
humildad es una de las fuerzas más grande que tiene el hombre; esto no es el
concepto tradicional que nosotros entendemos por humildad, ella es una vivencia
completa, interna y auténtica que todos debemos llegar a alcanzar; es desde allí
de donde nace la fuerza, ese tipo de fuerza que no quiere imponerse, sino que
quiere aprender, enseñar y poder dar.
Comprender, es vivir la gratitud, es
sentirla, es darla y enseñar a darla. Esta vivencia interna superior le demuestra
a la mente racional que debemos vivir desde otra óptica y aceptar nuestra vida,
nuestras experiencias “positivas y negativas” con gratitud, consciencia y
humildad.
El Maestro


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